Abordaje de diferentes Síndromes compresivos vasculares

El equipo multidisciplinar abordará los diferentes síndromes compresivos vasculares que conforman una entidad comprendida dentro de las enfermedades raras. En estos síndromes se producen compresiones de venas a nivel abdominal por las propias estructuras vasculares que las rodean (arterias). Se pueden observar compresiones en la vena iliaca izquierda (Síndrome de May-Thurner), en la vena renal izquierda (síndrome de Nutcracker o Cascanueces), estenosis en el tronco celíaco (síndrome del ligamento arcuato – MALS), y, en ocasiones también compresiones del intestino (duodeno) en el llamado síndrome de Wilkie. Estos hallazgos pueden aparecer de modo individual o, como sucede en muchas ocasiones, de manera múltiple, siendo esta una situación clínica muy compleja tanto de diagnosticar como de tratar para lograr paliar los cuadros de dolor abdominal, lumbar y pélvico que suelen ocasionar junto con sintomatología digestiva como náuseas, vómitos, etc.

Abordaje multidisciplinar del dolor pélvico crónico

Se trata de una patología compleja que precisa de la intervención de un amplio equipo de especialistas de diferentes disciplinas. En el caso del síndrome de congestión pélvica, generalmente el proceso se inicia con una consulta al servicio de Ginecología que intenta encontrar el origen del dolor. Una vez se determina que puede tratarse de una congestión pélvica, el radiólogo y el cirujano vascular deben confirmarlo con la realización de una eco doppler abdominal e intravaginal. Así, se pueden observar las varices pélvicas y estudiar su tamaño, distribución y longitud. Para obtener una certeza completa se realiza una flebografía con utilización del IVUS, ultrasonido intravascular.

Según explican los especialistas en cirugía vascular, el caso de los síndromes compresivos vasculares es mucho más complejo, acostumbran a ser pacientes que antes de llegar al especialista adecuado han consultado en muchos otros departamentos y suelen acudir con gran cantidad de pruebas sin llegar a un diagnóstico claro de su dolor. En este caso la cantidad de especialidades necesarias para lograr un buen diagnóstico y tratamiento es clave; a parte del cirujano vascular, se precisará de la colaboración de un equipo grande con una especial formación e interés en esta patología. Los servicios de Ginecología, Digestivo, Cirugía general, Unidad del dolor, Neurofisiología, Psicología, Reumatología, Fisioterapia y Rehabilitación son clave a lo largo del proceso de valoración y tratamiento de las pacientes afectadas.

El doctor Óscar Merino remarca que “solo con un abordaje multidisciplinar se puede acompañar y conseguir ayudar a mejorar el dolor, así como disminuir los síntomas de una enfermedad tan incapacitante para las pacientes como son los Síndromes compresivos vasculares”.

Tratamiento quirúrgico

Tras la valoración y estudio por parte del cirujano vascular, el tratamiento dependerá de la causa de la congestión pélvica o de los síndromes compresivos diagnosticados. Si se constata únicamente dilatación e insuficiencia de las venas ováricas tras el embarazo como causa de la congestión bastará con una embolización, un procedimiento que consiste en la oclusión de estas venas que están funcionando de forma anómala. Por el contrario, si la causa de esta congestión es una compresión será precisa la colocación de un stent (muelle) para restaurar el flujo en la vena y disminuir la congestión que provocaba dicha estrechez.

En algunos casos muy concretos el abordaje debe ser quirúrgico y se llega a precisar la realización de un bypass para derivar el flujo sanguíneo y solucionar así la estrechez que compromete la circulación o la liberación de las estructuras que causan la insuficiencia en los vasos o intestino.

El servicio de Cirugía Vascular de la Clínica Rotger cuenta con expertos en el tratamiento de estos problemas circulatorios, así como con la última tecnología de imagen que es necesaria para realizar un correcto estudio e indicación de tratamiento.